Vivimos apresurados, inmersos en un mundo competitivo que, en ocasiones, corre mucho más rápido que nosotros. A veces, la urgente cotidianeidad de la vida, acompañada de sus contratiempos, no nos permite analizar qué estamos haciendo con ella y ni siquiera, aunque lo deseemos, disponemos de herramientas para decidir los ajustes necesarios para poder mejorarla. También para RECICLOVE. Disponer de una vida más lenta para saborear lo importante, alejar el estrés, disfrutar y tener tiempo para las pequeñas cosas que nos hacen felices, es nuestro reto. Algunos humildes consejos Slow life o de sostenibilidad vital:
Escribe y ten presente tu lista de prioridades
No olvides revisar tu lista y ver si todo discurre según lo establecido. Que no consigas los objetivos importantes de forma inmediata no quiere decir que no estés en el buen camino.
Reconoce tu tesón
Cuando logres alcanzar un objetivo, independientemente de la relevancia que tenga, no olvides darte una palmadita en la espalda y saborearlo.
Piensa de forma positiva
El positivismo es un factor esencial para conseguir el éxito. En lugar de darle vueltas a las cosas que no han salido excesivamente bien, piensa en las que sí lo han hecho. Brinda por ello y si es en compañía, mucho mejor, pero no imprescindible.